Our Authors

ver todo

Articles by Bill Crowder

Asunto serio

Hace poco, me llamaron para ser miembro del jurado en un juicio. Implicaba tremendos inconvenientes y una enorme pérdida de tiempo, pero era también un asunto serio. Durante los primeros días de instrucciones, el juez disertó sobre la responsabilidad que nos ocupaba y la naturaleza sobresaliente de la tarea. Íbamos a sentarnos a juzgar a personas que presentaban litigios (juzgado civil) o que habían sido acusadas de crímenes (juzgado criminal). Me sentí totalmente inadecuado para la labor que tenía por delante. Juzgar a otra persona, teniendo en cuenta las importantes consecuencias para su vida según lo que se decidiera, no es algo sencillo. Como somos seres humanos imperfectos, quizá no siempre juzguemos correctamente.

La misericordia de Dios

Hoy se cumple el décimo aniversario del ataque terrorista a los Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001. Es difícil pensar en aquella fecha sin que vengan a la mente imágenes de la destrucción, el dolor y la pérdida que inundó el país y todo el mundo después de semejante tragedia. La pérdida de miles de vidas iba acompañada de un profundo sentimiento de quebranto colectivo: la sensación de haber perdido la seguridad como nación. Esa angustia, tanto personal como corporativa, acompañará siempre el recuerdo de los sucesos de aquel día.

Se necesitan lágrimas

Después del terremoto en Haití, en el 2010, todos quedamos atónitos con las imágenes de la devastación y las dificultades de los habitantes de esa pequeña nación. Entre las numerosas fotografías desgarradoras, hubo una que me llamó la atención: una mujer con su mirada fija en la masiva destrucción… y llorando. Su mente no podía asimilar el sufrimiento de su pueblo; tenía el corazón deshecho y brotaban lágrimas de sus ojos. Era comprensible. A veces, llorar es la única reacción apropiada frente al sufrimiento.

Encuentro gozoso

Hace algunos años, cuando nuestros hijos todavía eran pequeños, volví a casa después de un viaje de diez días sirviendo al Señor. En aquella época, a la gente se le permitía entrar a la zona de embarque para saludar a los pasajeros. Cuando el avión aterrizó, salí de la nave y mis hijos corrieron a saludarme… tan contentos estaban de verme que gritaban y lloraban. Miré a mi esposa que tenía los ojos llenos de lágrimas; yo no podía hablar. Personas desconocidas que estaban cerca de la puerta también lagrimeaban mientras mis hijos me abrazaban las piernas y me saludaban gritando. Fue un momento maravilloso.

Maestro artesano

Cuando mi esposa y yo nos comprometimos, mi futuro suegro nos dio un regalo de bodas especial. Como era relojero y joyero, nos hizo los anillos de casamiento. Para el mío, Jim usó restos de oro, aparentemente sin mucho valor, de otros anillos a los que les había modificado el tamaño. Pero en las manos de este artesano, esos trozos se convirtieron en algo hermoso que aprecio hasta hoy. Es asombroso lo que un maestro artesano puede hacer con lo que otros considerarían inservible.

Despedida difícil

Cuando nuestro hijo menor se alistó en el ejército, éramos conscientes de que enfrentaríamos desafíos. Sabíamos que él estaría en peligro y que sería probado física, emocional y espiritualmente. También estábamos al tanto de que, en cierto modo, nuestra casa nunca volvería a ser completamente su hogar. En los meses previos a su partida, mi esposa y yo nos armamos de valor para encarar la situación.

Bedlam, caos y locura

El Museo Imperial de Guerra en Inglaterra ocupa un edificio londinense donde anteriormente estaba el Bethlehem Royal Hospital, un centro de atención para enfermos mentales. El hospital era comúnmente conocido como «Bedlam», un término que, con el tiempo, empezó a usarse para describir escenas de caos y de locura.

El hombre cohete

Yves Rossy logró algo que la gente había soñado concretar desde el antiguo mito de Ícaro: voló. Conocido como el «Hombre Cohete», Rossy construyó un par de alas con una mochila con motor que usa su cuerpo como el fuselaje de una aeronave, mientras que dichas alas están adheridas a la parte posterior de su traje resistente al calor. Su primer vuelo fue cerca de Ginebra, Suiza, en 2004, y desde entonces ha realizado muchos trayectos exitosos.

¿Cuestión de opinión?

Vivimos en una era dominada por toda clase de encuestas de opinión pública. La multitud influye en la toma de decisiones, y hasta cierto punto es bueno. Los sondeos pueden informarnos sobre las experiencias de la gente con determinados productos, y esto nos ayuda a comprar mejor. También brindan a los funcionarios gubernamentales una idea de cómo se reciben sus iniciativas políticas. Mientras que la información recogida es una cuestión de opinión personal, puede servir para determinar qué decidir en diversas cuestiones.

Mirar hacia adelante

Durante la Guerra Fría (1947–1991), una época de tensión entre las superpotencias del mundo, Albert Einstein dijo: «No sé con qué armas se peleará la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta será con palos y piedras». Fue un momento de perspicacia que se centró en las consecuencias de decidir llevar a cabo una guerra nuclear. Sin considerar los motivos de tal decisión, los resultados serían devastadores.