Cultura descartable
Hoy, más que nunca, vivimos en una cultura descartable. Piensa un instante en algunos de los objetos descartables: hojas de afeitar, botellas de agua, encendedores, platos de papel, utensilios de comer plásticos. Estos productos se usan, se descartan y se reemplazan.
Cuestión de confianza
Una noticia procedente de Australia relataba la historia de Pascale Honore, una mujer parapléjica que, después de 18 años de estar confinada a una silla de ruedas, ha vuelto a practicar surf. ¿Cómo?
¡Para siempre con Él!
En 1859, durante los turbulentos años previos a la Guerra Civil Estadounidense, el presidente Lincoln tuvo la oportunidad de hablar con los miembros de la Sociedad Agrícola de uno de los estados. En su discurso, compartió con ellos la historia de un antiguo monarca que buscaba una frase que fuera «verdadera y apropiada en todo tiempo y situación». Frente a un desafío tan emocionante, sus sabios consejeros le respondieron con esta frase: «Y esto también pasará».
Ejemplo de humildad
Durante la época de Semana Santa, mi esposa y yo asistimos a una reunión en una iglesia donde los participantes procuraban representar los sucesos que Jesús y sus discípulos experimentaron la noche antes de que Él fuera crucificado. Como parte de la reunión, los miembros del personal de la iglesia les lavaron los pies a algunos de los colaboradores voluntarios de la congregación. Mientras miraba, me preguntaba qué expresa más humildad en nuestra época: ¿lavar los pies de otra persona o que alguien lave los nuestros? Tanto unos como otros, los que estaban sirviendo y los servidos, mostraban distintos aspectos de la humildad.
El poder de la sencillez
Según la revista Forbes, especializada en temas económicos y financieros, en la mayoría de los países, las leyes y los códigos que rigen la actividad impositiva son prácticamente innumerables. Es más, estas leyes se han vuelto tan complejas que aun a los expertos les resulta complicado y pesado procesar todas las reglamentaciones.
Ciudad de refugio
Cuando entrábamos en un pueblo de Australia, nos recibió un cartel que decía: «Damos la bienvenida a todos los que buscan refugio y asilo». Esta clase de recibimiento parece evocar el concepto del Antiguo Testamento sobre las ciudades de refugio. Durante aquella dispensación, estas ciudades (Números 35:6) se establecieron para brindar refugio a las personas que, accidentalmente, habían matado a alguien y necesitaban protección. Dios hizo que el pueblo determinara ciudades como estas para que se salvaguardaran.
Marcas de familia
Las islas Aran, frente a la costa oeste de Irlanda, son conocidas por sus hermosos suéteres. Se usa lana de oveja para entretejer los diseños y adornarlos. Muchos se relacionan con la cultura y el folclore de esas pequeñas islas, pero algunos son más personales. Cada familia que reside allí tiene su propio diseño como marca registrada, el cual es tan distintivo que, si un pescador se ahogara, se dice que podrían identificarlo con solo examinar su suéter para ver la marca registrada de su familia.
Remordimientos duraderos
Mientras conversaba con una talentosa pianista, me preguntó si tocaba algún instrumento musical. Cuando respondí «toco la radio», se rio y quiso saber si alguna vez había querido aprender a ejecutar alguno. Avergonzado, contesté: «Tomé clases de piano cuando era niño, pero abandoné». Ahora, ya adulto, lamento no haber continuado. Me encanta la música y ojalá pudiera tocarlo hoy. Esa charla me trajo a la mente que la vida suele estar estipulada por las decisiones que tomamos… y algunas producen remordimiento.
Mirar a los montes
En la cima del monte Corcovado, mirando hacia la ciudad de Río de Janeiro, en Brasil, se levanta el Cristo Redentor, una de las estatuas más grandes de Cristo en el mundo. Con una altura de 30 metros y brazos extendidos con 28 metros de envergadura, esta escultura pesa 635 toneladas. Puede verse día y noche, desde casi todos los rincones de la ciudad. Una simple mirada al monte pone a la vista esta figura de Cristo, el Redentor.
Día de la dependencia
En Estados Unidos de América, el cuatro de julio es un feriado nacional en el cual se encienden las barbacoas en el patio, las playas se llenan de gente, y las ciudades y los pueblos tienen desfiles y fuegos artificiales, reuniones al aire libre y celebraciones patrióticas. Todo esto se hace para recordar la fecha en que las colonias del país declararon su independencia.