El don de dar
En su discurso de 2024 a 1.200 graduados universitarios, el empresario millonario Robert Hale Jr. dijo: «Estos tiempo difíciles han aumentado la necesidad de compartir, interesarse y dar. [Mi esposa y yo] queremos darles dos regalos: el primero es nuestro regalo para ustedes, el segundo es el regalo de dar». Luego, entregaron dos sobres a cada uno de los sorprendidos graduados: 500 dólares para guardar y 500 para dar a una persona necesitada.
¡Guau!
«¡Guau!» fue la reacción de los miembros de nuestro equipo que recorrían un centro de retiro comprado a gran costo por una persona con visión para la renovación y aliento de personas que sirven a Dios. Nos asombraron las literas dobles y las suites con camas grandes. La cocina exquisitamente equipada y el comedor también deleitaban la vista. Y justo cuando uno pensaba que ya había visto todo, hubo más sorpresas; incluía una cancha interior de baloncesto. Cada «guau» era justificado.
¡Guau!
«¡Guau!» fue la reacción de los miembros de nuestro equipo que recorrían un centro de retiro comprado a gran costo por una persona con visión para la renovación y aliento de personas que sirven a Dios. Nos asombraron las literas dobles y las suites con camas grandes. La cocina exquisitamente equipada y el comedor también deleitaban la vista. Y justo cuando uno pensaba que ya había visto todo, hubo más sorpresas; incluía una cancha interior de baloncesto. Cada «guau» era justificado.
Recursos para evangelizar
El lugar de nuestra reunión de líderes en Chicago contrastaba fuertemente con la necesidad que encontré camino hacia allí: personas con terribles carencias. Las diferencias me ayudaron a plantear las cosas que necesitábamos incluir en nuestra planificación de servicio para la ciudad y otros lugares: llevar los recursos del evangelio (cualquier cosa dada por Dios para ayudar a difundir su mensaje de amor y salvación) a los lugares donde más se necesitan.
Triunfo de la bondad en Cristo
Cuando Jackie Robinson, el primer jugador negro de las Grandes Ligas, jugó en el Shibe Park de Filadelfia, Doris, una niña de diez años, estaba en la tribuna con su padre. Un anciano negro se sentó junto a ellos y entablaron una conversación sobre el partido. Más tarde, Doris reflexionó: «Nunca olvidé a ese hombre y su sonrisa». La encantadora interacción entre Doris —una niña blanca— y el amable anciano —hijo de esclavos— fue un punto brillante aquel día.
Ideal para Jesús
Los desafíos de Eric durante su niñez incluyeron un grave sarpullido, dificultades escolares y adicción al alcohol y las drogas desde muy temprana edad. Pero el que se apodaba el «rey del mal» descubrió que sobresalía en el béisbol; hasta que lo abandonó tras desanimarse frente a la discriminación. Esto le permitió tener más tiempo para usar y traficar drogas.
Atención en Cristo
La Sra. Charlene, madre de mi amigo Dwayne, tiene 94 años, mide menos de 1,50 metros y pesa poco más de 45 kilos. Pero esto no la detiene de hacer lo que puede para cuidar a su hijo, cuya salud física le impide cuidarse solo. Cuando uno visita su casa de dos plantas, ella baja lentamente los 16 escalones para saludar a sus invitados, tal como lo hace para asistir al hijo a quien ama.
Impulsado a contar
«Sabes que Jesús te ama. Realmente te ama». Estas fueron las últimas palabras de John Daniels. Segundos después de haber dado dinero a un hombre que vivía en la calle y dicho esas palabras de despedida, lo atropelló un auto y murió al instante. El programa impreso del servicio para celebrar la vida de John decía: «Él quería descubrir cómo alcanzar a más personas, por eso, un domingo por la tarde, tratando de ayudar a un hombre necesitado, Dios le dio una manera de alcanzar al mundo. Todos los canales de televisión locales dieron la noticia, y así llegó a amigos, parientes y muchos otros en todo el país».
Videollamada con Dios
El año 2022 fue muy especial para mi esposa y yo. Ese año nació nuestra nieta Sophia, la única mujer entre ocho nietos. ¡Desde entonces, no dejamos de sonreír! Cuando nuestro hijo nos hace una videollamada, el entusiasmo aumenta aún más. Aunque mi esposa y yo estemos en diferentes habitaciones, las exclamaciones de gozo de ella revelan que está viendo a nuestra nieta. Ver a aquellos que amamos y que viven lejos está ahora a un solo clic de distancia.
Condición espiritual
Tomás es habitué del gimnasio, y es evidente. Tiene hombros anchos, músculos voluminosos y brazos casi del tamaño de mis muslos. Su estado físico me llevó a entablar una conversación espiritual con él. Le pregunté si su estado físico reflejaba de algún modo una relación saludable con Dios. Aunque no profundizó mucho, reconoció que tenía «a Dios en su vida». Hablamos lo suficiente como para que me mostrara una foto de él con unos 180 kilos de peso, fuera de forma y mala salud. Un cambio en su estilo de vida había obrado maravillas físicamente.