¿Totalmente solo?
La familia de Susy parecía desmoronarse. Su esposo se había ido de repente, y ella y sus hijos estaban confundidos y enojados. Le pidió que fueran juntos a la terapia de pareja, pero él se negó porque decía que los problemas eran de ella. Se llenó de pánico y desesperación al darse cuenta de que él tal vez no volviera nunca. ¿Podría cuidar de ella y de sus hijos sola?
Somos extranjeros
Todo parecía drásticamente distinto en su nuevo país, y se preguntaban cómo se adaptarían alguna vez. Personas de una iglesia cercana se les acercaron a ayudarlos. Patri llevó a la pareja a un mercado local para mostrarles qué había disponible y cómo comprar. Mientras caminaban, sus ojos se abrieron grandes y sonrieron al ver su fruta favorita de su tierra natal: la granada. Compraron una para cada hijo y le regalaron una a Patri, agradecidos. Esa fruta y los nuevos amigos brindaron un gran consuelo en medio de una tierra extraña.
Inclinarse
Una joven mamá iba detrás de su hija, la cual pedaleaba lo más rápido que podía en su pequeña bicicleta. Pero, al tomar más velocidad de la deseada, la pequeña se cayó, y llorando, decía que le dolía el tobillo. Su mamá se arrodilló, se inclinó y le besó el tobillo «para que se fuera el dolor». ¡Y funcionó! La niña se levantó de un salto, subió de nuevo a la bicicleta y siguió pedaleando. ¡¿No te gustaría que todos nuestros dolores se fueran así de fácil?!
La fe en acción
En junio de 2021, un tornado pasó por una comunidad y destruyó el granero de una familia. Fue una pérdida triste porque aquel granero había estado en la familia desde fines del siglo xix. Cuando Juan y Bárbara pasaron por allí camino a la iglesia a la mañana siguiente, se preguntaron cómo podían ayudar. Se detuvieron y se enteraron de que la familia necesitaba ayuda con la limpieza. Entonces, esta pareja se dirigió a su auto, volvió a su casa a cambiar de ropa y regresó a pasar el día ayudando a limpiar el desastre que había dejado el tornado. Pusieron su fe en acción al servir a la familia.
Amar a Dios y apoyarse en Él
Sergio era divertido, inteligente y querido. Pero, secretamente, luchaba con la depresión. Cuando él se suicidó a los 15 años, su mamá, Laura, dijo: «Es difícil entender cómo alguien con tantas cualidades llegaría a ese punto». A veces, Laura derrama su angustia ante Dios. Dice que la profunda tristeza tras un suicidio es «un nivel de angustia totalmente diferente». Sin embargo, con su familia, han aprendido a apoyarse en Dios y en los demás para estar fuertes, y ahora dedican su tiempo a amar a otros que luchan con la depresión.
Sobrevivir y prosperar
Los Crood, una familia de cavernícolas en dibujos animados, creen que «la única manera de sobrevivir es si la manada [su pequeña familia] permanece junta». Tienen miedo del mundo y de los demás, así que, mientras buscan un lugar seguro para vivir, están llenos de temor porque descubren que, en la zona que eligieron, ya hay una extraña familia. Pero al tiempo, aprenden a aceptar las diferencias de sus vecinos, aprovechar sus puntos fuertes y sobrevivir juntos.
Caminar con otros
Billy, un perro amoroso y fiel, se convirtió en estrella de internet en 2020. Russel, su dueño, se había fracturado el tobillo y usaba muletas para caminar. Poco después, el perro empezó a renguear cuando caminaba con él. Preocupado, lo llevó al veterinario, ¡quien dijo que no tenía nada malo! Corría libremente cuando estaba solo. Resultó ser que simulaba una renguera cuando caminaba con Russel. ¡Esto sí que es tratar de identificarse de verdad con el dolor de alguien!
Anhelo de hogar
Ana, el personaje principal de las historias de Ana la de Tejas Verdes, anhelaba una familia. Al ser huérfana, había perdido toda esperanza de encontrar un lugar al cual llamar hogar. Pero luego, se enteró de que un hombre mayor llamado Mateo y su hermana Marilla la recibirían. Camino a casa, Ana se disculpó por hablar tanto, pero Mateo, que era callado, dijo: «Puedes hablar todo lo que quieras. No me molesta». Eso fue música para sus oídos. Sentía que nadie quería tenerla cerca, y mucho menos escucharla. Al llegar, sus esperanzas se truncaron cuando supo que la hermana había supuesto que tendrían a un muchacho para ayudar con la granja. Temía que la devolvieran, pero su anhelo de un hogar se plasmó cuando la hicieron parte de la familia.
Fe inconmovible
Kevin entró en la enfermería a buscar las pertenencias de su padre después de su muerte. El personal le entregó dos cajas pequeñas. Dijo que ese día se dio cuenta de que no se necesitaba abundancia de posesiones para ser feliz.
Vivir por fe
Guille tenía problemas de equilibrio, así que su doctor le prescribió terapia física. Durante una sesión, su terapista le dijo: «Confías demasiado en lo que ves. No dependes lo suficiente de tus otros sistemas —lo que está debajo de tus pies y tus señales en el oído interno—, que también tienen el propósito de mantenerte en equilibrio».