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Articles by Anne Cetas

Culpable de abundancia

Un hombre rellenaba una solicitud de empleo, cuando llegó a la pregunta: «¿Alguna vez fue arrestado?». Él escribió: «No». La pregunta siguiente, para que contestaran los que había respondido que sí, era: «¿Por qué?». De todos modos, el postulante la contestó escribiendo: «Porque nunca me atraparon». Sin duda, ¡él sabía que era culpable de muchas cosas!

La buena historia

Según un experimento realizado en la Universidad de Chicago, la gente tiende a recordar más las imágenes negativas. Aunque declaran que quieren alejarse del aluvión de noticias malas que transmiten los medios de comunicación, este estudio indica que sus mentes son atraídas hacia este tipo de historias.

Acercarlos a Jesús

La lectura bíblica de Lucas 18 que habla acerca de los niños parecía rara en el servicio fúnebre de David Holquist. Después de todo, tenía 77 años cuando murió.

La devoción de Dios

En 1826, el escritor británico Thomas Carlyle se casó con Jane Welsh, otra escritora de renombre. Ella se dedicó a respaldar el éxito de su esposo y lo ayudaba de todo corazón.

Quiero ojos azules

Cuando era niña, Amy Carmichael (1867–1951) deseaba haber tenido ojos azules en vez de marrones. Incluso oró para que Dios le cambiara el color de ojos, y se decepcionó cuando eso no ocurrió. Al cumplir 20 años, Amy sintió que el Señor la estaba llamando para servirlo como misionera. Después de trabajar en varios lugares, se dirigió a la India. Allí fue donde se dio cuenta de lo sabio que era Dios al haberla hecho como ella era. Si sus ojos hubiesen sido azules, probablemente le habría resultado más difícil ser aceptada por personas de ojos marrones. Ella sirvió a Dios en la India durante 55 años.

Acrecentar el amor

Un joven le dijo a su padre: —Papá, voy a casarme.

Lo bello de perdonar

Para Larry y Mary Gerbens, lo que comenzó como una colección se ha convertido en una oportunidad de servicio. Durante los últimos diez años, han estado coleccionando obras de arte basadas en la historia del hijo pródigo, que se relata en Lucas 15. Dicha colección incluye una pintura de Rembrandt y algunos trabajos de otros artistas que describen dicho relato.

Ayudantes de Dios

Estaba conversando con algunos niños acerca de Dios y de superhéroes, cuando Tobías hizo una pregunta. Este niño de cinco años de edad, muy imaginativo, dijo para cualquiera que escuchase: «¿Dios tiene un ayudante como tenía Hércules?». Su hermano mayor, de siete años y más sabio, de inmediato respondió: «Sí, tiene miles. Son Sus ángeles».

El más bello

A los 19 años, cuando acababa de aceptar a Cristo como Salvador y comencé a asistir a una iglesia, quedé inmediatamente cautivado con el canto de los grandes himnos de la fe. Mi corazón desbordaba de gozo y gratitud al entonar canciones que hablaban del amor de Dios hacia nosotros en Cristo. Poco después, «¡Cristo divino», escrito al final del siglo xvii, se convirtió en uno de mis favoritos. Me encanta la sencillez de la melodía y la grandeza de Aquel a quien exaltan estas palabras:

¡Imagínatelo!

Mis amigos y yo anticipábamos dedicar un tiempo a contemplar una colección de obras de arte sobre el hijo pródigo que regresó a su casa y fue recibido por un padre que lo perdonó (Lucas 15). Cuando llegamos a la mesa de informes, observamos los folletos, los libros y un cartel que indicaba adónde ir.