Liberación del foso de los leones
Cuando Taher y su esposa Donya creyeron en Jesús, sabían sobre el riesgo de persecución en su tierra natal. De hecho, un día, Taher fue encarcelado y culpado de apostasía. Antes del juicio, ambos acordaron que no traicionarían a Jesús.
Amigos de por vida
El poeta inglés William Cowper encontró un amigo en su pastor, John Newton. Cowper sufría de depresión y ansiedad, y trató de suicidarse varias veces. Cuando Newton lo visitaba, caminaban y hablaban de Dios. El pastor pensó que a Cowper lo beneficiaría mucho usar su creatividad y tener una razón para escribir sus poesías, así que decidió compilar un himnario, el cual incluyó muchas de sus canciones; entre ellas, «Dios se mueve de una manera misteriosa». Cuando Newton se trasladó a otra iglesia, ambos continuaron una fuerte amistad y se escribieron con regularidad durante el resto de la vida de Cowper.
Esperanzas y anhelos
Cuando me mudé a Inglaterra, la celebración norteamericana de Acción de Gracias se transformó en un jueves más de noviembre. Aunque anhelaba estar con amigos y familiares aquel día, entendía que no era la única. Todos anhelamos estar con seres queridos en ocasiones especiales. Y aun cuando celebramos, tal vez extrañemos a alguien que no está, o quizá oremos por paz para nuestra familia dividida.
Amar a nuestro prójimo
Durante el aislamiento en la pandemia del coronavirus, las palabras de Martin Luther King Jr. en su «Carta desde una cárcel de Birmingham» son muy ciertas. Destacó: «Estamos atrapados en una red ineludible de mutualidad, atados en una sola prenda de destino. Cualquier cosa que afecta a uno directamente nos afecta a todos indirectamente».
Cambio verdadero
Criado en un hogar turbulento de Londres, Claudio empezó a vender marihuana a los 15 años y heroína a los 25. Para ocultar sus actividades, se convirtió en mentor de jóvenes. Poco después, su supervisor, un creyente en Jesús, comenzó a hablarle, y Claudio quiso saber más. Tras asistir a un curso sobre la fe cristiana, «retó» a Cristo a entrar en su vida. «Sentí tanto su presencia afectuosa —dijo—. La gente vio un cambio en mí de inmediato. ¡Era el traficante de drogas más feliz del mundo!».
La morada de Cristo
El predicador inglés F. B. Meyer usó el ejemplo de un huevo para ilustrar lo que llamaba «la profunda filosofía de la morada de Cristo». Señaló que la yema fecundada es un pequeño «germen de vida» que crece cada día, hasta que se forma el polluelo dentro de la cáscara. Asimismo, Jesús viene a vivir en nosotros por su Espíritu Santo, y nos transforma. Meyer dijo: «De ahora en más, Cristo va a crecer y aumentar, y absorber todo lo demás y ser formado en ti».
El poder de un nombre
A fin de ayudar a algunos niños que viven en las calles de Mumbai, India, Ranjit escribió una canción con sus nombres. Con una melodía única para cada nombre, les enseñó a cantarla, con la esperanza de alentarlos al recordar cómo se llamaban. Para los niños que no suelen oír que dicen sus nombres con amor, esto les hizo un regalo de respeto.
Adónde pertenezco
Al terminar una comida para celebrar la Pascua, los miembros de la iglesia expresaron su alegría danzando juntos en un círculo. Barry los observaba con una enorme sonrisa. Luego, comentó cuánto le gustaban esos momentos, diciendo: «Esta es mi familia ahora; mi comunidad. Encontré un lugar donde sé que puedo amar y ser amado… y al que pertenezco».
Gracia para las pruebas
Annie Johnson Flint quedó paralizada por una artritis pocos años después de la escuela secundaria. Nunca volvió a caminar y dependía de la ayuda de los demás. Gracias a sus poesías e himnos, recibió muchas visitas, incluida una diaconisa que se sentía desanimada con su ministerio. Más tarde, esta mujer le escribió, preguntándose por qué Dios permitía que Annie enfrentara cosas tan difíciles.
Sabiduría y entendimiento
En 1373, Juliana de Norwich, de 30 años, se enfermó y casi muere. Mientras su pastor oraba por ella, Juliana experimentó varias visiones de la crucifixión de Jesús. Después de recobrar milagrosamente la salud, pasó los siguientes 20 años viviendo sola en una habitación lateral de la iglesia, orando y pensando en aquella experiencia. Llegó a la conclusión de que el sacrificio de Cristo es la manifestación suprema del amor de Dios.