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Articles by Alyson Kieda

Un Pablo actual

La vida de George Verwer cambió enormemente cuando aceptó a Jesús como Salvador en una cruzada de Billy Graham en 1957. Poco después de su conversión, fundó Operación Movilización, y en 1963, la misión envió 2.000 misioneros a Europa; una de las organizaciones misioneras más grandes del siglo xx. Para 2023, cuando George murió, la misión tenía más de 3.000 misioneros trabajando en 147 países, y otras casi 300 organizaciones misioneras se habían establecido como resultado de ella.

El amor de nuestro Padre

Carla se paró junto a la ventana, con su bolso preparado y esperando ansiosa que llegara su papá. Pero, mientras el día brillante se iba oscureciendo hasta hacerse de noche, su entusiasmo se esfumó. Se dio cuenta de que él no iba a venir… de nuevo.

Aldehuela de Belén

Phillips Brooks escribió la letra del preciado villancico Oh, aldehuela de Belén después de visitar ese lugar. Tan conmovido con su experiencia, les escribió a sus alumnos de escuela dominical: «Recuerdo […] la Nochebuena, parado en la antigua iglesia de Belén, cerca del lugar donde Jesús nació, cuando hora tras hora se escuchaban espléndidos himnos de alabanza a Dios, cómo una y otra vez me parecía oír voces […] que se contaban unas a otras sobre la “noche maravillosa” del nacimiento del Salvador».

La fe de una abuela

Estábamos sentados a la mesa, cuando mi nieto de nueve años dijo sonriendo: «Soy igual a la abuela. ¡Me encanta leer!». Me alegró el corazón. Pensé en el año anterior, cuando él había estado enfermo y sin poder ir a la escuela. Después de que dormía una larga siesta, nos sentábamos uno al lado del otro a leer. Yo estaba feliz de transmitirle el legado del amor a los libros que yo había recibido de mi madre.

Asunto de otros

Cuatro de nuestros nietos estaban jugando con un tren en miniatura, y los dos menores discutían por una locomotora. Cuando el de ocho años empezó a intervenir, su hermana de seis dijo: «No te preocupes por los asuntos de ellos». Palabras sabias para todos… pero, cuando la discusión pasó a las lágrimas, la abuela apareció, los separó y consoló a los peleadores.

Actos sencillos de bondad

Cuando mi mamá estaba internada, cerca del final de sus días en la tierra, me conmovió la bondad genuina de una cuidadora de la residencia. Después de levantar suavemente a mi mamá de su silla y acostarla, la asistente le acarició la cabeza, mientras se inclinaba para decirle: «Eres tan dulce». Luego, me preguntó cómo estaba yo. Su amabilidad me conmovió en aquel momento y lo sigue haciendo hoy.

Dar un paso de fe

El orador invitado habló de confiar en Dios y «entrar en el río». Contó sobre un pastor que confió en Dios y decidió dar un sermón sobre las verdades de la Biblia, a pesar de la nueva ley en su país. Lo condenaron y pasó 30 días preso. Pero se apeló la causa y el tribunal decidió que el pastor tenía derecho a dar una interpretación personal de la Biblia e instar a otros a seguirla.

Lugares desiertos

Cuando recién me convertí, pensaba que encontraría a Jesús en las experiencias en «la cumbre de la montaña». Pero esos éxtasis rara vez duraban o me hacían madurar. La autora Lina Abujamra dice que es en los lugares desiertos donde nos encontramos con Dios y crecemos. En su libro Through the Desert [A través del desierto], escribe: «El objetivo de Dios es usar los lugares desiertos de nuestra vida para hacernos fuertes». Y agrega: «La idea es que la bondad de Dios la recibas en medio de tu sufrimiento, no que haga que no tengas que sufrir».

Luchando con Dios

Un viejo amigo me envió una nota después de la muerte de mi esposo: «[Alan] fue […] alguien que luchaba con Dios. Un verdadero Jacob y una razón poderosa de que yo sea creyente hoy». Nunca había pensado en comparar las luchas de Alan con las de Jacob, pero era apropiado. Toda su vida había luchado consigo mismo y con Dios para obtener respuestas. Lo amaba, pero no siempre podía internalizar la realidad de que Él lo amaba, lo perdonaba y escuchaba sus oraciones. Aun así, su vida tuvo sus bendiciones e influyó positivamente en otros.

Gozo al dar

Cuando al hijo menor de Keri lo estaban volviendo a operar por algo relacionado con su distrofia muscular, ella quiso dejar de pensar en su situación familiar, haciendo algo por otra persona. Entonces, tomó los zapatos gastados pero en buenas condiciones de su hijo y los donó a un ministerio. Su donación incentivó a amigos, familiares e incluso vecinos a unirse a ella, ¡y poco después se donaron más de 200 pares!