Escrito por Marvin Williams

Juan 19:30 dice: «Al probar Jesús el vinagre, dijo: —Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.»

En 2014, Gran Bretaña anunció que estaba trabajando para pagar una deuda de 2.600 millones de libras que databa del siglo XVIII. Después de una crisis financiera en 1720, algo llamado la Burbuja de los Mares del Sur, el gobierno emprendió un rescate que resultó en una deuda de varios millones de libras. Ahora, debido a las bajas tasas de interés, el gobierno actual estaba listo para pagar varias deudas acumuladas a lo largo de los años que se habían transmitido a las generaciones futuras.

Cuando Jesús exclamó: “Consumado es” (Juan 19:30), estaba anunciando que la deuda más antigua de la humanidad, el pecado, había sido pagada en su totalidad. Esta sexta de las siete palabras que Jesús pronunció desde la cruz era una sola palabra griega: tetelestai. La palabra se usaba para describir impuestos o deudas que se pagaban en su totalidad, siervos que completaban tareas y más. Y habla de Jesús, el Cordero perfecto de Dios, quien al morir “sabiendo que su misión ya estaba terminada, pronunció esta última palabra para cumplir la Escritura” (v. 28).

Cuando Cristo murió en la cruz, cumplió plenamente con las justas exigencias de la ley, tomando sobre Sí todos los pecados del mundo (1 Pedro 2:24). No sólo cubrió el pecado, sino que también quitó “el pecado del mundo” (Juan 1:29).

Debido a que Jesús pagó nuestra deuda, podemos, al creer en su muerte sacrificial y resurrección, recibir la vida eterna y disfrutarla “en abundancia” hoy (10:10 NVI). ¡La deuda ha sido pagada!

¿Qué significa para usted saber que su deuda por el pecado fue pagada en su totalidad por Jesús? ¿Cómo le agradecerá hoy por su muerte sacrificial por usted?