Amar a las naciones
Como hija de dos padres amorosos y muy trabajadores de Sur y Centroamérica, doy gracias de que tuvieron el coraje de mudarse a Estados Unidos para tener mejores oportunidades. Ya siendo adultos jóvenes, se conocieron en Nueva York, se casaron, nos tuvieron a mi hermana y a mí, y continuaron con sus respectivos negocios.
Pausa para orar
Un meteorólogo se hizo viral por expresar seis palabras sencillas, aunque profundas, durante su pronóstico del 24 de marzo de 2023. Matt Laubhan cubría una tormenta severa, cuando se dio cuenta de que un tornado catastrófico estaba por llegar a Amory, Mississippi. Entonces, hizo una pausa en vivo y una oración que se oyó en todo el mundo: «Querido Jesús, por favor, ayúdalos. Amén». Su oración espontánea y de corazón impulsó a algunos espectadores a actuar, y probablemente salvó muchas vidas.
La provisión de Dios
El mundo se asombró cuando cuatro hermanos, de uno a trece años de edad, fueron encontrados vivos en la selva del Amazonas en junio de 2023. Habían sobrevivido después de un accidente de avión, donde murió su madre. Los niños, familiarizados con el entorno selvático, se escondieron de los animales en troncos de árboles, juntaron agua de arroyos y de lluvia en botellas, y comieron restos de alimentos del accidente.
Injertado en la familia de Dios
Hace unos años, cuando fui a visitar con mi padre su amado Ecuador, fuimos a la granja donde se crio. Noté un grupo de árboles extraños. Mi papá contó que, cuando era chico y travieso, tomaba una rama desechada de un árbol frutal, hacía hendiduras en otro tipo de árbol y ataba la rama al tronco, como hacían los grandes. Sus travesuras pasaron inadvertidas hasta que esos árboles comenzaron a dar un fruto diferente al esperado.
¿Qué tienes en la mano?
Tiempo después de recibir a Cristo como Salvador y dedicar mi vida a Él, sentí que me guiaba a dejar mi carrera de periodista. Al dejar mi pluma y mis escritos, no pude evitar sentir que, un día, Dios me llamaría a escribir para su gloria. Durante los años de peregrinación en mi desierto personal, me alentó la historia de Éxodo 4 sobre Moisés y su vara.
De edad en edad
Hace poco, dos abuelas de Texas se volvieron famosas en las redes por completar un viaje alrededor del mundo en 80 días a los 81 años de edad. Estas grandes amigas trotamundos viajaron a los siete continentes. Comenzaron en la Antártida, bailaron tango en Buenos Aires, montaron camellos en Egipto y anduvieron en trineo en el Polo Norte. Visitaron 18 países. El dúo dijo que esperaba haber inspirado a las futuras generaciones a disfrutar de viajar por el mundo, sin importar la edad.
Limpiados por Cristo
Mi primer viaje misionero fue a la selva amazónica en Brasil para ayudar a construir una iglesia junto al río. Una tarde, visitamos una de las pocas casas de la zona que tenía filtro de agua. Cuando nuestro anfitrión vertió agua de pozo turbia en el aparato, a los pocos minutos se quitaron todas las impurezas y apareció el agua limpia y transparente. Allí, en la sala de aquel hombre, vi un reflejo de lo que significa ser limpiado por Cristo.
Alabanza espontánea
Durante un viaje misionero a Etiopía, nuestro equipo acompañó a otro de un ministerio local para alcanzar a un grupo de jóvenes que enfrentaron tiempos difíciles y vivían en casuchas en un basural. ¡Fue un placer conocerlos! Compartimos testimonios, palabras de aliento y oraciones. Uno de los momentos que más me gustó fue cuando un miembro del equipo local tocó la guitarra y cantamos todos juntos bajo una luna radiante. ¡Qué momento sagrado! A pesar de su situación desesperante, tenían la esperanza y el gozo que solo pueden encontrarse en Jesús.
Dejar un legado espiritual
De adolescentes, mi hermana y yo no entendíamos la decisión de mamá de recibir a Jesús como su Salvador, pero no podíamos negar los cambios que vimos en ella. Tenía más paz y alegría, y empezó a servir fielmente en la iglesia. Su deseo de estudiar la Biblia la llevó a asistir a un seminario y graduarse. Años después, mi hermana aceptó a Cristo y empezó a servirlo. Y a los pocos años, yo hice lo mismo. Mucho después, mi padre se unió a nosotros en nuestra fe. La decisión de mi mamá por Cristo generó un efecto dominó en nuestro núcleo familiar y otros parientes.