Ningún sueño
Es como vivir en un sueño del cual no puedes despertar. Las personas que luchan con lo que se suele llamar «desrealización» o «despersonalización» suelen sentir que lo que las rodea no es del todo real. Se cree que es una lucha común de salud mental, especialmente en momentos de estrés. Pero a veces, la sensación persiste incluso cuando todo parece ir bien en la vida. Es como si nuestra mente no pudiera confiar en que algo bueno está sucediendo.
Un nuevo comienzo
«La conciencia cristiana empieza con la dolorosa percepción de que lo que suponíamos que era la verdad es, en realidad, una mentira», escribió Eugene Peterson en sus impactantes reflexiones sobre el Salmo 120. Este salmo es el primero de los «cánticos graduales», entonados por los peregrinos camino a Jerusalén; también un cuadro del periplo espiritual hacia Dios.
¡Adelante! Inmutable
En el poema «Rest» [Descanso], el poeta desafía nuestra tendencia a separar el tiempo de «esparcimiento» del «trabajo», y pregunta: «¿No es acaso el verdadero esparcimiento / uno mismo con el verdadero trabajo?». Si quieres experimentar verdadero esparcimiento, en vez de intentar evitar las tareas de la vida, el autor nos anima: «Aun así, da lo mejor; úsalo, no lo malgastes, / de lo contrario, no es descanso. / ¿Deseas contemplar belleza / a tu alrededor? ¿Por todas partes? / Solo el quehacer / ha encontrado tal vista».
La llave
En su libro La condición humana, Thomas Keating cuenta la historia de un maestro que, después de perder la llave de su casa, está de rodillas buscándola en el césped. Cuando sus discípulos lo ven, lo ayudan, pero sin éxito. Por fin, uno pregunta: «Maestro, ¿tiene alguna idea de dónde perdió la llave?». El maestro responde: «Por supuesto. La perdí en la casa». Cuando ellos exclaman: «Entonces ¿por qué estamos buscando aquí?», él responde: «¿No es acaso evidente? Aquí hay más luz».
Gran sabiduría y mil ojos
«El pastor necesita gran sabiduría y mil ojos —escribió Juan Crisóstomo— para examinar la condición del alma desde todos los ángulos». Estas palabras fueron parte de un debate sobre cómo cuidar espiritualmente a otros. Puesto que es imposible obligar a alguien a sanarse, enfatizó que, para llegar al corazón de una persona, hace falta gran empatía y compasión.
Labradora angelical
En 2019, Cap Dashwood y su compañera Chaela, una dulce labradora negra, lograron algo notorio: llegar a la cima de una montaña todos los días durante un año.
Hablar, confiar, sentir
«No hables, no confíes, no sientas era la regla con la que vivíamos» —dice Frederick Buechner en su impactante biografía Diciendo secretos—, «y pobre de aquel que la quebrantaba». Así describe su experiencia de lo que llama «las leyes tácitas de familias que, por alguna razón u otra, quedaron completamente desequilibradas». En su caso, esa «ley» significaba que no podía hablar del suicidio de su padre ni lamentarse, lo que lo dejaba sin nadie a quien confiarle su sufrimiento.
Amor intrépido
Algunas imágenes son imposibles de olvidar. Esa fue mi experiencia cuando vi una fotografía de la difunta princesa Diana de Gales. A primera vista, la escena parece normal: con una sonrisa cálida, la princesa saluda con un apretón de manos a un hombre. Pero la historia detrás es lo que hace que sea notable.
Métodos restauradores de Dios
Una de las canciones más conmovedoras del musical El gran showman es Desde ahora. Cantada después de que el personaje principal se da cuenta de cómo ha herido a familiares y amigos, la letra celebra la alegría de regresar a casa y descubrir que lo que uno ya tiene es más que suficiente.
La protección de Dios
Agujas, leche, ascensores, nacimientos y abejas en batidoras son solo algunas de las muchas fobias del Sr. Adrian Monk, el detective que da nombre al programa de televisión Monk. Pero cuando él y Harold Krenshaw, su eterno rival, quedan encerrados en el maletero de un auto, Monk logra superar uno de los miedos de su lista: la claustrofobia.