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Articles by Linda Washington

Domadores de lengua

En West with the Night [Al oeste con la noche], Beryl Markham detalla su trabajo con Camciscan, un enérgico caballo al que tenía que domar. Camciscan era igual a ella. Por más estrategia que empleara, nunca pudo domar por completo al orgulloso semental, atribuyéndose solo una victoria sobre su terca voluntad.

De la boca de los niños


Después de ver a Viola, de diez años, usando la rama de un árbol como micrófono para imitar a un predicador, Michele decidió darle a la niña la oportunidad de «predicar» durante una actividad de evangelización en una aldea. Viola aceptó. Michele, misionera en el sur de Sudán, escribió: «La multitud estaba fascinada […]. Una niña pequeña, que había sido abandonada, se paró con decisión delante de todos como hija del Rey de reyes y compartió sobre la realidad del reino de Dios. La mitad de la gente recibió a Jesús» (Michele Perry, Love Has a Face [La cara del amor]).


En modo reparador


Mientras esperaba en la estación de trenes, para ir a trabajar, pensamientos negativos empezaron a inundar mi mente: estrés por las deudas, comentarios desagradables que me habían hecho, impotencia frente a una injusticia que un miembro de mi familia había sufrido recientemente. Cuando llegó el tren, ya estaba de muy mal humor.


Oración y sierra eléctrica

Respeto el espíritu intrépido de mi tía Gladys, aunque a veces, ese espíritu me preocupa. La fuente de mi preocupación llegó a través de una noticia que me compartió en un email: «Ayer, corté un nogal».

La satisfacción suprema

Mientras distribuíamos el refrigerio en una actividad de la escuela bíblica, notamos que un niño devoraba su porción. Luego, se comió también lo que dejaron en la mesa los otros niños. Incluso, le di después una bolsa de palomitas de maíz, y seguía comiendo. Entonces, nos interesó saber por qué tenía tanta hambre.

Juicio deficiente

He sido rápida para juzgar a cualquiera que veo por la calle mirando su teléfono. ¿Cómo puede estar tan ajeno a los autos que pueden atropellarlo?, me he preguntado. ¿Acaso no le importa su propia seguridad? Pero, un día, mientras cruzaba un callejón, estaba tan absorta en un mensaje de texto que no vi un auto a mi izquierda. Gracias a Dios, el conductor me vio y frenó en seco. Pero yo me sentí avergonzada. Me acordé de todas las veces que había juzgado a los demás. Me había creído superior, y había caído en el mismo error.

Consejo de mi padre

Después de que me despidieron de un trabajo editorial, le pedí a Dios que me ayudara a encontrar otro. Pero, cuando pasaban las semanas y nada daba fruto, empecé a hacer pucheros. «¿No sabes lo importante que es para mí tener trabajo?», protesté ante Dios, por lo que parecía ser una oración desatendida.

Una nueva comunidad

Maija, la hija de cinco años de mi amiga Carrie, tiene una manera interesante de jugar. Le encanta mezclar muñecas de diferentes clases para formar una comunidad nueva. En su imaginación, todas son iguales. Cree que son más felices si están juntas, a pesar de sus diferentes tamaños y formas.

Cuando uno sufre, todos sufren

Cuando un compañero de trabajo avisó que no vendría debido a un dolor terrible, todos nos preocupamos. Después de ir al hospital y de un día de reposo, volvió a trabajar y nos mostró la causa del dolor: un cálculo en el riñón. Le pidió al médico que le diera la piedra como souvenir. Al mirarla, sonreí con empatía, recordando el cálculo en la vesícula que yo había tenido hacía años. El dolor había sido insoportable.

Llévame a la roca

Mientras buscaba un humidificador en una tienda, noté a una mujer anciana que caminaba de un lado al otro del pasillo. Me pregunté si estaba buscando lo mismo, entonces, me corrí para dejar que ella se acercara. Poco después, hablábamos de un virus de la influenza en la zona, que la había dejado con tos y dolores de cabeza.