Orar en tiempos difíciles
El autor y teólogo Russell Moore describió sentir un silencio inquietante en el orfanato ruso cuando adoptó a sus hijos. Más adelante, alguien explicó que los bebés habían dejado de llorar porque se habían dado cuenta de que nadie respondería.
Del lamento a la alabanza
Monica oraba fervientemente para que su hijo volviera a Dios. Lloraba por su vida disipada e incluso lo buscaba en las ciudades donde vivía. La situación parecía desesperada. Pero un día sucedió: su hijo tuvo un encuentro radical con Dios y llegó a ser uno de los más grandes teólogos de la iglesia. Lo conocemos como Agustín, obispo de Hipona.
El Dios que redime
Para ilustrar un mensaje, caminé hacia la hermosa pintura que una artista había creado sobre la plataforma y pinté una raya oscura en el medio. La congregación se horrorizó. La artista simplemente se quedó parada cerca y observó mientras yo desfiguraba su obra. Luego, tomando un pincel nuevo, ella transformó amorosamente la pintura arruinada en una obra de arte maravillosa.
Dependencia diaria
Una mañana, nuestros hijos más pequeños decidieron levantarse temprano y prepararse el desayuno. Ese sábado, cansados tras una semana agotadora, mi esposa y yo estábamos tratando de dormir hasta, al menos, las siete de la mañana. De repente, ¡oí un ruido tremendo! Salté de la cama, bajé la escalera corriendo y encontré un bol roto, cereales por todo el piso y a Jonás —nuestro hijo de cinco años— tratando desesperadamente de barrer (más bien embadurnar) el pegajoso caos. Mis hijos tenían hambre, pero decidieron no pedir ayuda. Prefirieron la independencia a la dependencia, y el resultado no fue, claramente, una delicia culinaria.
¿Sabio o insensato?
Cuando tenía diez años, llevé a casa una cinta de casete de un amigo que contenía música cristiana contemporánea. Mi papá, que se había criado en un hogar hindú pero había recibido la salvación en Jesús, lo desaprobó. Quería que en casa solo hubiera música de adoración. Expliqué que era un grupo cristiano, pero no cambió de opinión. Después de un tiempo, me sugirió que escuchara las canciones durante una semana y decidiera si me acercaban a Dios o me alejaban de Él. Fue un consejo sabio.
Planes y providencia
En el año 2000, una presuntuosa empresa de alquiler de películas por email fue ofrecida por 50 millones de dólares a Blockbuster, la compañía colega más exitosa de esa época. Netflix tenía apenas trescientos mil suscriptores, mientras que Blockbuster tenía miles de millones. Blockbuster dejó pasar la oportunidad, y ¿cuál fue el resultado? Netflix tiene hoy más de un millón ochocientos mil suscriptores y vale casi 200.000 millones de dólares. ¿Qué pasó con Blockbuster?… quebró. Nadie puede predecir el futuro.
Como una sinfonía
Sorprendí a mi esposa con boletos para ir a ver a un cantante que siempre había querido escuchar en vivo, acompañado por una orquesta sinfónica. La orquesta tocó varias canciones clásicas y algunas tonadas folclóricas. La última pieza fue una versión renovada del himno «Sublime gracia». ¡El arreglo bello y armonioso nos dejó sin aliento!
Frente a la oscuridad
A mediados de la década de 1960, dos personas participaron en una investigación sobre los efectos de la oscuridad en la psiquis humana. Entraron en dos cuevas, mientras los investigadores monitoreaban sus hábitos de alimentación y sueño. Una permaneció en oscuridad total durante 88 días, y la otra, 126. Cada una estimó cuánto había estado a oscuras, y ambas erraron por meses. Una pensó que había dormido una breve siesta, cuando en realidad fueron 30 horas. La oscuridad desorienta.
Vivir como si fuera de mañana
Cuando tengo que atravesar zonas horarias vía aérea, pruebo varios remedios para evitar el jet lag. ¡Creo que he probado todos! En una ocasión, decidí ajustar mis comidas en el vuelo a la zona horaria a la que me dirigía. En vez de cenar con el resto de los pasajeros, seguí viendo una película e intenté dormir. Las horas de ayuno fueron difíciles, y el desayuno que sirvieron antes de aterrizar dejó mucho que desear. No obstante, vivir «al revés» de los que me rodeaban funcionó. Llevó mi reloj corporal a una nueva zona horaria.
Compañeros en Cristo
Un estudio sobre la importancia de las relaciones saludables empezó con 268 estudiantes de la Universidad de Harvard en la década de 1930, y se expandió, entre otros, a 456 residentes de la ciudad de Boston. Los investigadores entrevistaron a los participantes y analizaron sus registros médicos durante algunos años. Descubrieron que las relaciones cercanas son el mayor factor para predecir la felicidad y la salud. Resulta ser que, si nos rodeamos de las personas correctas, lo más probable es que experimentemos una mayor sensación de alegría.