Dudas y fe
¿Puede un creyente en Cristo, que ocasionalmente duda sobre asuntos de la fe, ser eficaz en el servicio al Señor? Algunos piensan que los cristianos maduros y fieles nunca cuestionan sus creencias; sin embargo, así como tenemos experiencias que fortalecen nuestra fe, también vivimos situaciones que nos hacen dudar temporalmente.
Consuelo en el cautiverio
El 10 de febrero de 1675, cincuenta familias de las colinas de Lancaster, Massachusetts, temían una posible matanza a manos de nativos norteamericanos. Joseph Rowlandson, el pastor puritano de la aldea, estaba en Boston rogándole protección al gobernador, mientras su esposa Mary se había quedado en casa con sus hijos. Al amanecer, los colonos fueron atacados. Después de matar a algunos de ellos, se llevaron cautivos a Mary y a otros sobrevivientes.
De enemigos a amigos
Durante la Guerra Civil en los Estados Unidos, el odio prevaleció entre el Norte y el Sur. En una ocasión, criticaron al presidente Abraham Lincoln por hablar de tratar con benevolencia a los rebeldes sureños. Los críticos le recordaron a Lincoln que estaba desarrollándose una guerra, que los confederados eran enemigos y que debían destruirlos. Pero el presidente respondió con sabiduría: «Yo destruyo a mis enemigos cuando los convierto en mis amigos».
Dorian Gray
La novela victoriana El retrato de Dorian Gray ilustra de qué manera la persona que proyectamos ante los demás puede ser muy distinta a cómo somos interiormente. Después que el apuesto y juvenil Dorian Gray hizo que pintaran su retrato, le asustaba la perspectiva de envejecer y deseaba que el cuadro envejeciera en lugar de él.
Safari de hormigas
En su libro Adventures Among Ants [Aventuras entre hormigas], Mark Moffett reflexiona sobre cómo le fascinaban las hormigas durante su infancia… un interés que perduró hasta que se convirtió en adulto. La preocupación de Moffett lo llevó a obtener un doctorado en Harvard y, después, a embarcarse en un viaje por todo el mundo como experto en el tema. Sus estudios le han dado conocimientos profundos y maravillosos sobre estas laboriosas criaturas.
Oración por correo electrónico
Hace poco, estaban por operar a un amigo mío. Dos discos intervertebrales y un tendón de Aquiles cortado le producían muchísimo dolor. Después de decirle que iba a orar por él, se me ocurrió la idea de mandarle algo por escrito para alentarlo aún más. Entonces, le envié el siguiente mensaje por correo electrónico:
Alabar la soberanía
En el libro de James F. Cooper, El último mohicano, conocemos a un personaje llamado David Gamut. Es un cristiano devoto que se deleita en poner música a los salmos y cantarlos sin importar las circunstancias que enfrenta en la vida. Gamut está convencido de que se puede confiar en Dios tanto en las crisis como en los buenos momentos. Vive su vida alabando la soberanía de Dios: su poder, autoridad y control absolutos sobre el mundo.
Objetos perdidos
Hace poco, no podía encontrar mi tarjeta de crédito. Desesperado, empecé a buscarla, porque perder algo así no es pequeña cosa. Se interrumpirían todos los débitos automáticos y las compras diarias hasta que pudiera conseguir otra. Y todo eso sin pensar en la posibilidad de que alguien la encontrara y la usara para comprar cosas. ¡Qué alivio tuve cuando mi esposa la encontró en el suelo debajo de la mesa de la computadora!
La barra de jabón de Dio
Luego de un largo día de trabajo en el jardín, es hora de una ducha con agua tibia. El cálido rocío del agua se mezcla con la espuma jabonosa, y de repente comenzamos a cantar. Lo que provoca el momento musical no es tan sólo la gran acústica de la ducha, sino el gozo de la limpieza.
El alma de…
Solamente por esta vez
Cuando era niño, solía montarme en un carrito que se guiaba con una cuerda. Una vez, mientras me deslizaba sobre él por la rampa de la entrada del garaje, me vino a la mente la advertencia de mis padres: «Mira hacia ambos lados de la calle para ver si viene un automóvil». Pero pensé: Está bien si no lo hago solamente por esta vez. Al momento, oí el ruido producido por los neumáticos de un coche que frenaba de golpe para no atropellarme. Pensar que podía desobedecer la orden de mis padres casi me costó la vida.