Ninguno de nosotros puede darse el lujo de no entender esta cuestión, la cual es tan básica como profunda.

¿Qué significa que una persona afirme tener una relación personal con Dios? ¿Tú podrías decir eso? ¿Hay alguien que en realidad escuche a Dios, hable con Dios o que disfrute de una situación tan favorable con Él como para hacer esa afirmación? ¿En qué momento afirmar ser amigo de Dios se convierte en nada más que la expresión máxima de uno que quiere impresionar a los demás mencionando a las personas que conoce?

Nuestra esperanza es que este artículo y los siguientes que publicaremos te ayuden a esclarecer este asunto. Ninguno de nosotros puede darse el lujo de no entender esta cuestión, la cual es tan básica como profunda.

 

1. ¿Dice que oye a Dios?

“¿Qué quieres decir con eso de que no hay Dios? ¡He hablado con Él esta mañana!”

Esta frase, que algunas personas colocan en adhesivos en sus automóviles, ha provocado más de una sonrisa en las carreteras. Pero no hoy. En el automóvil de atrás, el conductor de un Cadillac último modelo echa maldiciones entre dientes cuando ve que no puede avanzar por culpa de un lento Toyota que tiene enfrente en medio de un pesado tránsito. Y se irrita aún más cuando, encima, tiene que tragarse el humo de un fanático religioso.

No encuentra la frase ni graciosa, ni bonita; ni siquiera honesta. Para él es muy difícil escuchar a alguien hablar tan informalmente de:

• Tener un encuentro con Dios

• Conocer a Dios

• Escuchar a Dios

• Hablar con Dios

• Ser dirigido por Dios

¿Qué puede significar tener una relación personal con Dios?

No es que el conductor del Cadillac no crea en Dios. Igual que la mayoría de la gente, él no es ateo. Ha ido a la iglesia. Su esposa es muy religiosa. Y, sin que ella lo sepa, hasta le ha pedido al cielo de vez en cuando un poco de consideración adicional cuando ha tenido que enfrentar un asunto de negocios problemático o incluso un tiro difícil en el campo de golf. Por supuesto que ora, pero no se atrevería a afirmar que tiene una relación personal con Dios. Y además, sospecha de los que dicen tenerla. Sospecha que dichas personas se permiten la peor de todas las jactancias.

No obstante, en momentos de reflexión, a veces se pregunta si existe algo que él no tenga. ¿Qué puede significar tener una relación personal con Dios?

2. ¿De dónde sale esa idea?

La Biblia no hace referencia a una relación personal con Dios. No con esas palabras exactamente. Pero sí muestra la importancia de aprender a conocer, a amar y a confiar en un Dios muy personal. Aunque uno no encuentra las palabras “relación personal” en la Biblia, la idea es evidente en toda la Escritura. Cada una de sus páginas sugiere que lo que cuenta es a quien conoces, y que ese quien que necesitas conocer es Dios.

Jesús mismo oró a su Padre: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3). Al comentar sobre este versículo, el teólogo J. I. Packer escribió: “¿Para qué fuimos hechos? Para conocer a Dios. ¿Qué meta debemos ponernos en la vida? Conocer a Dios. ¿Cuál es la ‘vida eterna’ que Jesús da? El conocimiento de Dios… ¿Qué es lo mejor de la vida, lo que da más gozo, deleite y contentamiento? El conocimiento de Dios” (Knowing God, Downers Grove: InterVarsity Press, © 1973, p. 29). [Existe la traducción al español con el título Conociendo a Dios, de Editorial CLIE. N. del T.]

Muchos siglos antes, el profeta Jeremías citó al Señor cuando dijo: “No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme” (9:23,24).

 

Extrato do libreto – “El valor el estres”  de la serie Tiempo de Buscar de Ministerios Nuestro Pan Diario.